POR CARLOS MANUEL ESTRELLA La JCE está consumada Con la juramentación de la Junta Central Electoral concluyó un extenso y tedioso proceso que por...

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

La JCE está consumada

carlos-manuel1Con la juramentación de la Junta Central Electoral concluyó un extenso y tedioso proceso que por momentos aumentó tensiones entre los principales actores políticos del país por la importancia y repercusiones del rol presente y futuro de sus integrantes.

Los nuevos miembros del organismo responsable de organizar y montar las elecciones de 2020, de oficialías del Estado Civil y dirección de la Cédula de Identidad y Electoral, tienen un enorme compromiso frente a ciudadanos y país.

Pese a presiones de sociedad civil y oposición política, al final se impuso la mayoría mecánica del partido dominante, o más bien, lo acordado en su órgano estratégico que opera como el Soviet Supremo de la antigua URSS, mientras los estamentos constitucionales son sello gomígrafo.

La capacidad profesional, experiencia de servicio público y reciedumbre moral de tres de los integrantes de la JCE (Castaños Guzmán, Saladin e Imbert Brugal) deben garantizar disipar fundados y habituales temores sobre la idoneidad y neutralidad de estos árbitros electorales.

No se puede decir lo mismo de los otros dos. Una reelegida sin razón luego de cumplir su período y otro, con antecedente de juicio político por la mayoría del mismo Senado que lo selecciona descaradamente.

Quizás no se logró la mejor selección y sería imposible unanimidad de criterios, por el tamiz político que le condiciona, por eso la nueva JCE es la que las particularidades partidistas permitieron negociar.

Los sectores más sensatos, incluida la opinión pública responsable, están comprometidos en vigilar el desempeño de esta Junta Electoral para evitar excesos, negación de derechos, alteración de voluntad popular y muertos civiles por fallas ancestrales o prejuicios oficiales.

Estos son los bueyes con los que hay que arar, sentencia el refranero, lo que queda es observarlos y prepararse para reclamo y protesta como recursos últimos de la particular democracia vernácula.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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