CARLOS MANUEL ESTRELLA Corrupción con impunidad República Dominicana es uno de los países de América con mayor índice de corrupción, ocupa el quinto lugar...

CARLOS MANUEL ESTRELLA

Corrupción con impunidad

República Dominicana es uno de los países de América con mayor índice de corrupción, ocupa el quinto lugar en la región y un deshonroso octavo a escala planetaria, mientras internamente las autoridades se empecinan en querer tapar el sol con un dedo o ignorar lo que está a vista de todos.

carlos-manuel1Como en otros países latinoamericanos de estructuras políticas y económicas similares, por ejemplo, Venezuela y Haití, la alta percepción de la corrupción local es de carácter sistémica con grave estímulo de impunidad judicial y falta de voluntad gubernamental para enfrentarla.

Sólo para quienes controlan todas las estructuras del poder público, judicial incluida, la alta corrupción es invisible, imperceptible, inatacable e incorregible pese a ser secreto a voces el enriquecimiento injustificable de connotadas figuras políticas, millonarias de la noche a la mañana.

Desde el exterior es que se tocan estos temas convertidos en escándalos internacionales con profundas raíces en el país, como recientes casos de corrupción en Brasil que han hecho rodar cabezas y llevar a prisión altos funcionarios, vinculados primariamente con personalidades políticas nativas.

Basta citar escándalos por la compra de aviones Tucano a la empresa brasileña Embraer y sus implicaciones de negocios locales que tocan hasta miembro de las Fuerzas Armadas y de transnacionales consorcios de construcción Odebrecht y Andrade-Gutiérrez, relacionados con dominicanos.

La falta de voluntad política, demostrada en actuaciones puntuales del Ministerio Público y su máximo representante como órgano persecutor de la criminalidad, han impedido que sonados expedientes que involucran figuras políticas del partido gobernante hayan llegado siquiera a juicio de fondo.

No es posible que Brasil y Guatemala, para citar dos ejemplos del vecindario latinoamericano, hayan podido encausar y hasta encarcelar políticos corruptos sin alterar su estado de derecho ni la gobernabilidad, lo que aquí parece imposible mientras se viva una cuasi dictadura de partido.

Por:  Carlos Manuel Estrella puntosyenfoques@hotmail.com

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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