RICARDO RODRIGUEZ ROSA baracoero@outlook.es   SANTIAGO.- El semanario católico Camino calificó como “una irresponsabilidad”  de las familias de los envejecientes, permitir que estos deambulen...

RICARDO RODRIGUEZ ROSA

baracoero@outlook.es

 

SANTIAGO.- El semanario católico Camino calificó como “una irresponsabilidad”  de las familias de los envejecientes, permitir que estos deambulen mendigando y poniendo en riesgo sus vidas, debido a la imprudencia con que son conducidos los vehículos por las vías públicas.

En su editorial delperiodico-camino próximo domingo, titulado “Nuestros envejecientes necesitan atención”, el vocero escrito del Arzobispado santiaguero indica que cada día son más los ancianos que deambulan por las calles.

Al tiempo de resaltar que en los rostros de ellos se ven los rasgos de la soledad y el abandono, el semanario dijo que en las calles y avenidas están expuestos a una gama de peligros.

“A pesar de los años que llevan a cuestas, tienen que hacer equilibrios para no ser víctimas fatales de choferes y conductores imprudentes”, agrega Camino en el editorial.

Ante esa situación se pregunta qué está pasando “con tantas familias que llegan al extremo de la irresponsabilidad, dejando salir a sus seres queridos a mendigar y andar por lugares peligrosos, cuando es la etapa de su vida donde más necesitan de la cercanía, el cariño y la protección”.

Tras considerar que esto tiene su origen en que la cultura del descarte está adueñándose de los ­sentimientos de los dominicanos, Camino agrega que “duele observar a un envejeciente viviendo en la pobreza extrema, cuando sus fuerzas se acaban y no encuentran quién pueda redimir su exclusión”.

Por eso, es de opinión de que hace falta más atención por parte del Estado “hacia ese segmento de la población que está llegando al ocaso de su existencia”.

“Necesitamos políticas sociales que lleguen a más personas olvidadas en nuestros barrios, el llano y la montaña”, opina Camino, para a seguidas agregar que “el crecimiento económico de un país no tiene sentido si solo se refleja en la vida de algunos, porque la Patria somos todos”.

Por eso, pide apoyar el trabajo que vienen realizando religiosas y otras personas de buena ­voluntad en los hogares de ancianos ubicados en diferentes lugares de la geografía nacional. “Su ejemplo de solidaridad y entrega es la mayor expresión de amor”.

Y aboga porque este mes, cuando se celebró el Día de los Envejecientes, marque el impulso definitivo para redoblar las ayudas a los centros que se dedican a cuidar a nuestros adultos mayores.

“Las autoridades tienen la obligación de remediar las carencias y privaciones en que se desenvuelven muchos hogares de ancianos, por la falta de recursos, en lo que también el sector privado puede arrimar el hombro”, dice.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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